La GPL de GNU y el «sueño americano»
por Bradley M. KuhnCuando iba a la escuela, justamente aquí, en los Estados Unidos de América, me enseñaron que nuestro país era la «tierra de las oportunidades». Los profesores me contaron que mi país era especial, porque cualquiera que tuviese una buena idea y la determinación de hacer un buen trabajo, podía ganarse la vida y también alcanzar el éxito. Ellos lo llamaban el «sueño americano» [1].
¿Cuál era el fundamento del «sueño americano»? Era la igualdad: en nuestra sociedad, todo el mundo tenía las mismas oportunidades para escoger su propio camino. Yo podía elegir cualquier carrera que deseara, y si trabajaba duro, tendría exito.
Resultó que yo poseía talento para trabajar con computadoras, especialmente con el software. Adoctrinado en la idea del «sueño americano», aprendí tanto como pude sobre software para computadoras. Quería aprovechar mi oportunidad de alcanzar el éxito.
Sin embargo, enseguida descubrí que en muchos casos no todos los actores en el área del software eran iguales. Cuando me incorporé a este campo, grandes compañías tales como Microsoft tendían a controlar gran parte de la tecnología. Y esa tecnología estaba disponible para mí bajo condiciones de licencias que me impedían estudiarla y aprender de ella. Me prohibían completamente ver el código fuente de los programas de software.
También descubrí que aquellos que contaban con mucho dinero podían negociar diferentes licencias. Si pagaban lo suficiente, podían obtener permiso para estudiar y aprender del código fuente. Estas licencias solían costar muchos miles de dólares, y siendo yo un joven principiante con ingresos relativamente escasos, estaban fuera de mi alcance.
Después de pasar mis primeros años de actividad en el campo del software sintiéndome algo oprimido por la imposibilidad de seguir aprendiendo, al fin descubrí otro tipo de software que sí se podía estudiar para aprender. Este software se publicaba bajo una licencia llamada Licencia Pública General de GNU (GPL de GNU), que en lugar de restringir mi libertad para estudiar y aprender del software, estaba especialmente diseñada para permitirme aprender. La licencia garantizaba que, sin importar lo que ocurriera con las versiones públicas del software, yo siempre podría estudiar su código fuente.
Construí rápidamente mi carrera en torno a este software. Conseguí muchos trabajos para configurar, instalar, administrar y enseñar acerca de ese software. Gracias a la GPL de GNU, sabía que podría ser competitivo en mi actividad, porque siempre tendría la posibilidad de conocer las últimas innovaciones y aprender de ellas. Esto me dio una habilidad única para innovar. Podía innovar rápidamente e impresionar a mis empleadores. Incluso pude comenzar mi propio negocio de consultoría. ¡Mi propio negocio! ¡La cima del sueño americano!
Por eso me sorprendió tanto que el vicepresidente de Microsoft sugiriera, la pasada semana, que la GPL de GNU contradice el «estilo americano».
La GPL de GNU está específicamente diseñada para garantizar que exista igualdad para todos los innovadores tecnológicos, programadores y usuarios de software. A todo estudiante de secundaria, contratista independiente, pequeña empresa y gran corporación se le dan las mismas oportunidades para innovar. Todos comenzamos la carrera desde el mismo punto. Aquellos que cuentan con una profunda comprensión del software y la habilidad de hacer que funcione bien, en beneficio de otros, tienen más probabilidades de tener éxito, y de hecho lo tienen.
En eso precisamente consiste el «estilo americano», al menos tal como me lo enseñaron en la escuela. Confío en que no dejemos que Microsoft u otros cambien la definición.