Esta es una traducción de la página original en inglés.
Testimonios a favor de GNU: Robert E. A. Harvey
De: Robert E. A. Harvey
Mi trabajo está relacionado con los buques de investigación, principalmente para la obtención de datos sísmicos submarinos, aunque también de otros tipos. Lo que relato a continuación trata de un único elemento del software de GNU: tar. Durante muchos años hemos estado utilizando sistemas con pilas de discos compuestas por discos de no más de 3 Gb. La aplicación que utilizamos proporciona herramientas que permiten la expansión de los datos a varios discos. Ahora bien, para obtener copias de seguridad, la aplicación llama a un script que, a su vez, hace llamadas a tar. Y lo hace por discos individuales. Hemos estado utilizando unidades Exabyte 2500 para escribir la salida de tar, con la buena fortuna de que ningún disco era tan grande como para que el fichero tar correspondiente excediera la capacidad de una cinta.
Pero el mundo avanza, y las cosas cambian. A causa de un proyecto de dimensiones descomunales, el año pasado me vi obligado a sustituir varios discos de la pila por otros de 180 Gb. La aplicación no se vio afectada por el cambio pero la obtención de las copias de seguridad sí: hubo que recurrir a una muy cuidadosa intervención humana en lugar de utilizar las herramientas proporcionadas por la aplicación porque, en caso contrario, se corría el riesgo de lanzar un proceso de copia cuya salida no cupiera en una única cinta.
¿La solución? GNU tar. GNU tar nos ha permitido resolver dos problemas al mismo tiempo: fragmentar las copias de seguridad de manera que puedan ser alojadas en más de una cinta y conectarse a una unidad de cartuchos IBM 3590 externa para aumentar la capacidad de almacenamiento. Hacer esto fue posible gracias también a dos factores: por un lado, el hecho de que el código de la aplicación estuviera bien escrito, de forma que la interfaz gráfica de usuario simplemente llama a un script; por otro lado, el carácter modular característico de Unix. Pero sin GNU tar no habríamos podido hacerlo. Así, por mí mismo y con un poco de ayuda de GNU tar, he podido rescatar de la obsolescencia una inversión de dos mil euros en software, hardware, formación e instalación en la embarcación.
GNU tar es una versión mejorada del tar estándar de Unix. Pero las mejoras son significativas, y una simple mirada a la información de ayuda muestra que han sido realizadas por personas prácticas, experimentadas y que utilizan el programa además de escribirlo. El código es sólido, fiable y consigue exactamente lo que se propone. Y es lo bastante conocido como para que cualquiera pueda usarlo.
¿Cuánto tiempo me llevó hacer esta asombrosa modificación? Veinte horas para descargar algunos paquetes binarios a la embarcación, alrededor de tres minutos para instalarlos, otra hora para modificar el script de la aplicación, y seis horas de pruebas. ¿Ha intentado usted alguna vez escribir 8.6 GB de datos?
Utilizo software de GNU y GNU/Linux desde hace mucho tiempo: desde que trabajaba en Rockwell Automation, allá por 1984. Pensé que ya era hora de dar las gracias a los autores de uno de los códigos más útiles del planeta.